Reseña: Sí, soy Guiomar: memorias de mi vida

 

En Sí, soy Guiomar: memorias de mi vida, la biografía se divide en dos partes. En la primera, «Memorias de mi vida», Pilar de Valderrama narra los sucesos más importantes que acaecieron en su vida: la pérdida de su padre con tan solo seis años de edad, su educación en el Colegio del Sagrado Corazón, las segundas y poco afortunadas nupcias de su madre, su matrimonio con Rafael Martínez Romarate y el nacimiento de sus hijos, Alicia, María Luz y Rafael, la infidelidad del marido, que mantuvo relaciones amorosas con una joven una muchacha que acabó suicidándose, la llegada de la República, la guerra civil y la muerte del hijo. También se aborda la obra literaria como poeta y dramaturga de una mujer que ha pasado a la historia por ser Guiomar, sobrenombre con el que la bautizó Antonio Machado.

Pilar de Valderrama y Antonio Machado se conocieron en Segovia en 1928. Aquella tarde de junio, paseando hasta el Alcázar, se inició una relación epistolar y afectiva que encendió el corazón del poeta. Mucho se ha especulado sobre esta relación y, para aclarar dudas, Pilar Valderrama se decide a contar su historia: «Por fidelidad a mis creencias, a mis hijos y a mí misma, no podía ofrecerle más que una amistad sincera, un afecto limpio y espiritual», dice. La pareja se veía en la Moncloa, en el «Café Franco-Español» una vez por semana y en el «tercer mundo», un lugar imaginado y remoto al que acudían ambos con la imaginación entre las 11 y las 12 de la noche para sentirse conectados y encontrar consuelo a las ausencias. El Tercer Mundo es también una comedia dramática escrita por Pilar Valderrama.

En la segunda parte del libro, «Las cartas de Machado», se reproducen y transcriben, junto con algunas fotos, las 36 cartas que Pilar conservó de Antonio Machado. En las palabras del poeta se hace evidente su amor: «Fuera de esos momentos en que nos vemos, el resto de mi vida no vale nada, ¡nada!, diosa mía». «Nunca olvides a tu poeta que cada día –aunque esto te parezca imposible– quiere más a su diosa». «Solo el verte me cura y me infunde ánimos para seguir viviendo».

Me ha sorprendido la alusión que Machado hace a su primer matrimonio en una de las cartas, cuando le explica a Pilar un sueño que ha tenido: «Era en una de estas viejas ciudades de mi destierro, que el sueño no precisa —Segovia, Soria…— vaga ciudad de Castilla y era, primero, una mañana, poco después del alba. Tú ibas camino de la iglesia con manto y mantilla negras, y en la mano un libro de misa. Yo te seguía diciéndote versos que no puedo recordar y que tú escuchabas volviendo la cara, de cuando en cuando. Porque era a la orilla de un río y entre álamos paseábamos juntos y, al fin, era en una iglesia, esta la recuerdo muy bien, la de Santa María la Mayor de Soria, donde yo me casé. Allí estuvimos arrodillados, juntos, después de la ceremonia. Había un enorme gentío y sonaba el órgano. El sueño se complicaba con recuerdos auténticos de mi boda, pero con esta diferencia: mi estado de espíritu era en esta ocasión de una alegría rebosante, todo lo contrario de lo que fue en mis nupcias auténticas. La ceremonia fue entonces para mí un verdadero martirio. Y ahora salía yo contigo del brazo, lleno de alegría y de orgullo».

Leonor Izquierdo y Antonio Machado se casaron el 30 de julio de 1909. Ella acababa de cumplir 15 años, él tenía 34 y era profesor de instituto. El matrimonio duró poco, pues tres años más tarde Leonor moría a causa de la tuberculosis. La narración que ha trascendido es que fue un matrimonio feliz entre dos enamorados, pero las palabras del poeta desmienten esta versión.

Pilar de Valderrama, nació en Madrid en 1889 y falleció en la misma ciudad en 1979, su familia pertenecía a la alta burguesía y desde muy joven frecuentó los ambientes culturales madrileños. Fue miembro del Lyceum Club, donde se reunía con Concha Espina, María de Maeztu y Zenobia Camprubí, entre otras intelectuales y artistas. Instaló en su casa de la calle Pintor Rosales el «Teatro Íntimo Fantasio». Es autora de cinco poemarios Las piedras de Horeb, Huerto cerrado, Esencias, Holocausto y Espacio y de tres obras teatrales que no llegaron a representarse en los escenarios comerciales: El tercer mundo, El sueño de las tres princesas y La vida que no se vive. Tuvo cierto renombre durante los años anteriores a la Guerra Civil Española, pero se la conoce más desde 1981, cuando se reveló públicamente que ella era la Guiomar de Machado.

 

*Autora: María Dubón