Reseña: Cuentos reunidos

Clarice Lispector escribía por necesidad, porque no podía evitarlo, porque vivía a través de las palabras, y esto lo nota el lector, se percibe desde el primer párrafo de cualquiera de sus relatos. Ella misma lo describe así «es una maldición porque obliga y arrastra como un vicio penoso del cual es casi imposible librarse, pues nada lo sustituye. Y es una salvación. Salva el alma presa, salva a la persona que se siente inútil, salva el día que se vive y que nunca se entiende a menos que se escriba».

Las historias que narra Clarice Lispector describen sensaciones que son fruto de la introspección, de su yo más íntimo. Por eso el resultado nos hace admirar su obra, porque profundizar en las vivencias íntimas no siempre resulta fácil, ya que obliga a no fingir, a mostrarse, y porque es difícil encontrar las palabras que describan el intangible mundo interior. Su estilo es sencillo, sobrio, claro y sin alardes estilísticos, ahí radica su efectividad y su valor, pues escribir así es muy complicado y solo se logra tras años de trabajo duro, de esfuerzo constante.

En sus cuentos hay poesía, Lispector añade magia a los hechos cotidianos y las situaciones que viven sus personajes nos hacen reflexionar sobre nuestras propias vidas. Esto convierte a sus relatos en obras únicas e inclasificables. Cuentos reunidos es una prueba de la relación de Clarice Lispector con las palabras que provoca admiración.

 

*Autora: María Dubón