Reseña del libro: Flores de invernadero


Emma es una mujer de mediana edad que trabaja en una agencia de publicidad. Tiene una hija a la que ha conseguido sacar adelante sola, pues el padre de la criatura se desentendió de ellas al conocer la noticia del embarazo. Emma se ha hecho fuerte a fuerza de luchar, anda siempre atareada y dispone de escaso tiempo para sí misma. Aun así, reserva un rato para dedicárselo a quien la necesita: a sus padres, a sus amigas, a un vecino… Sabe escuchar, aconsejar, estar ahí de la forma más adecuada, por eso quienes la conocen recurren a ella buscando apoyo, consejo o una dosis de su cálido afecto. Con la ayuda de sus padres logró cuidar de su pequeña y terminar los estudios, para luego iniciar una carrera profesional con la meta puesta en la independencia, en construirse una vida, su vida. Aunque la estabilidad duramente conseguida se rompe por un pasado que regresa de improviso y por acontecimientos inesperados, Emma, como resulta habitual en ella, hará frente a las circunstancias con decisión y buen juicio.

Flores de invernadero es una novela llena de dinamismo, su trama se detiene solo lo imprescindible para aportar nuevos datos, esenciales para comprender mejor las situaciones que vive el personaje. Natalia García, la autora, dibuja escenarios auténticos, que conoce bien, por eso se desenvuelve en ellos con soltura. Ha elaborado una narración sencilla para contarnos la realidad de Emma, y nos atrapa poniéndonos ante un espejo en el que pueden contemplarse muchas mujeres actuales. Mujeres que han tenido que evolucionar rápido para adaptarse a las nuevas exigencias del mundo moderno, que compaginan sus facetas como madres, esposas, trabajadoras, amas de casa, amigas… Y lo hacen de manera eficaz, siguiendo siempre adelante, siendo motor y energía para otros.

*Reseña: María Dubón