Reseña del libro: Cumbres Borrascosas

Cumbres Borrascosas es una novela difícil de clasificar: romántica, gótica, trágica, tormentosa, apasionante… Ambientada en el mundo rural de la Inglaterra victoriana, centra la acción en la brutal pasión entre Heatcliff y Catalina Earnshaw. Ambos desarrollan a lo largo de su vida una relación destructiva de dependencia mutua que sacude al lector y provoca fuertes reacciones.

Heathcliff llega a Cumbres Borrascosas siendo un niño, el señor Earnshaw lo rescata de las míseras calles de Liverpool y lo incorpora a su familia. Sus hijos Hindley y Catalina le dispensaran una acogida y un trato bien distinto. Hindley odia a Heathcliff y no pierde ocasión de humillarlo, haciendo prevalecer su condición superior. Por su parte, Catalina se siente atraída por ese pobre diablo por quien empieza a sentir cierto afecto. Al morir el señor Earnshaw, su valedor y protector, Heathcliff queda solo a merced de la inquina de Hindley. Su carácter empieza a transformarse y el sufrimiento propicia en él una incontrolable ansia de venganza.

La amistad entre Heathcliff y Catalina crece a escondidas. Un día se aproximan a la casa de sus vecinos, la Granja de los Tordos, y sus dueños, los Linton, les sorprenden. En la huida un perro ataca a la joven y los Linton la acogen en su hogar para cuidarla, mientras que a Heathcliff, a quien consideran un criado, le echan. Cuando Catalina regresa a Cumbres Borrascosas lo hace convertida en una señorita educada y bella, atrás ha dejado una etapa de niña caprichosa y egoísta.

Pasa el tiempo y Catalina decide casarse con Edgar Linton, un buen hombre que la ama y se desvive por complacerla.  Catalina parece feliz con la vida que lleva en la granja en compañía de su marido y de su cuñada, rodeada de lujos y cuidados. Pero esta tranquila existencia se altera cuando Heathcliff aparece tras una ausencia de tres años, convertido en un hombre culto, rico y elegante. El carácter violento de Heathcliff sigue existiendo y urde un maquiavélico plan: casarse con Isabel Linton. Comienza así la destrucción para Catalina, que empezará a tener discusiones con su marido y a sentirse enferma tanto física como mentalmente en el preciso momento en el que espeja un hijo.

Catalina muere tras dar a luz una niña que lleva su mismo nombre y dejando un dolor profundo en su familia. Esta pérdida hace que Heathcliff se vuelva aún más despiadado: le arrebata a Hindley Cumbres Borrascosas y a su hijo mediante el juego y otros sucios manejos. También fallece Isabel Linton quedando su hijo en manos de Heathcliff, que lo odia.

Heathcliff consuma paso a paso su venganza, pero nada le satisface. No le basta con ser amo de Cumbres Borrascosas, con la derrota total de sus adversarios, y consigue emparejar a la pequeña Catalina con su primo Linton.

Cumbres Borrascosas nos presenta a un hombre despiadado, violento, tosco, inadaptado y resentido al que se le disculpa en parte su conducta porque se la considera fruto del maltrato que sufrió desde niño. El amor por Catalina redimió a Heathcliff durante un tiempo, aunque una vez desaparece la única fuente de cariño, ya no es capaz de sentir afecto por nadie más. Todo está destruido cuando un amor sobrehumano consigue redimirlo a él y libera a la joven pareja.

Hay que destacar en esta novela el extraordinario trabajo realizado por Emily Brontë al crear la personalidad de los personajes, que destacan por su intensidad y por la capacidad que tienen de transmitir emociones al lector.


*Reseña: María Dubón