Julia se precipita al vacío desde una ventana, mientras cae,
durante unas fracciones de minuto, se arrepiente. Si se hubiera atrevido a
hablar… Si hubiera podido abrir su alma y compartir su pesar… Pero algo le
impidió comunicar su drama y ahora ya no hay marcha atrás.
El suicidio de alguien cercano conmociona, deja un
sentimiento de culpa en quienes estuvieron junto a esa persona que ha optado
por poner fin a sus días. ¿Cómo no supe detectar algún indicio? ¿Por qué no me
dijo que se encontraba al límite? ¿Pude haberlo impedido? Dolor y dudas. Dolor
por el desenlace imprevisto. Preguntas, muchas preguntas que hostigan la mente
y torturan al corazón.
Otoño desde mi ventana
habla de un tema tabú: el suicidio. En este caso provoca mayor perturbación
porque se trata de una chica de 16 años, con todo el futuro por delante. Los
padres de Julia, su abuela, sus amigas, los compañeros y compañeras del
instituto… Todos quedan salpicados por esa muerte incomprensible.
Clara Fuertes realiza una descripción magnífica de tantos
sentimientos alterados, de esas emociones que convulsionan durante largo
tiempo, porque para hallar la paz, la mente necesita entender, dar respuesta a
tamaña incertidumbre. La trama avanza magnética y brutal y el lector llega a
sentir la curiosidad de los personajes como propia, contagiado de sus ganas de
saber. Aunque el conocimiento espanta, pues la verdad llega causando heridas.
La relación de una pareja aniquilada por la rutina. La
relación entre una madre y su hija adolescente, siempre complicada. La relación
de amistad entre jóvenes. Las relaciones humanas, en suma, plagadas de afecto,
de aristas cortantes, de capacidad de perdón y superación de conflictos. Todos
estos planteamientos quedan perfectamente descritos por Clara Fuertes en su
novela. Pero la autora aún guarda un elemento sorpresa para el desenlace, el bullyng y los abusos sexuales, asuntos
candentes en nuestra sociedad, toman protagonismo y cierran una trama emotiva,
dura y tratada con exquisita sensibilidad.
Otoño desde mi ventana es además una lectura obligada para padres y adolescentes,
que se verán reflejados en situaciones conocidas y podrán tomar buena nota
sobre cómo superar la etapa difícil de la adolescencia, haciendo prevalecer
siempre el cariño, la sinceridad y la comunicación.
*Reseña: María Dubón