Recorremos sobre lotos dorados,
los interminables rituales de la cultura china del diecinueve, marcados
acusadamente por una costumbrista sociedad patriarcal insufrible ante el
martirio y el lamento femeninos, entonados suavemente por las mujeres en sus
fiestas y celebraciones propias. Desde la habitación de arriba, vemos a Flor de
Nieve y Lirio Blanco en su pequeño mundo interior, observando juntas a través
de la celosía ese otro mundo exterior que se extiende por los largos campos de
arroz, donde ya jamás podrán correr y menos aún podrán llegar a tocar. La
milenaria ceremonia practicada desde tiempo remoto, les ha otorgado la
exclusividad de amarse eternamente con los lazos más fuertes que existen, ésos
que les llevarán a ambas a compartir el resto de sus vidas como verdaderas
almas gemelas.
Por medio de infinidad de
mensajes secretos plasmados en los caracteres de una escritura únicamente
utilizada por las mujeres, Flor de Nieve y Lirio Blanco se confesarán sus
pesares más horrorosos y sus sentimientos más puros y honestos a veces
arraigados a las diferencias de clase de cada una de ellas.
Unidas aunque acalladas sin
ninguna misericordia por el incierto destino al que se tienen que enfrentar a
cada momento, nos enseñarán a movernos tras las paredes que aguarda la
habitación de las mujeres, llevadas por sus manos aprenderemos cómo sueñan con
ese mundo que nunca les pertenecerá, porque el sitio que les corresponde
siempre estará entre la cocina y la aguja de tejer y así, sus años de arroz y
sal transcurrirán pendientes de sus hijos y relegadas dentro de la casa su
esposo. Sin embargo, Flor de Nieve y Lirio Blanco buscarán su particular huida,
reflejando en cada uno de los pliegues de su abanico, emociones y sentimientos
que escribirán su vida conjuntamente.
“El abanico de seda” nos
transporta intensamente a la China imperial del siglo XIX. Nos transmite con
pulcritud la crueldad utilizada contra las mujeres chinas, a las cuales creían
inferiores a los hombres y por ello y con suma ignorancia e intolerante
injusticia, las trataban como si fueran una rama inútil de sus familias. Nos
acerca a la sociedad tradicional china, hermética, jerarquizada hasta el
límite, sometida y asfixiante hacia la mujer y nos introduce con esmero y
profundidad en el reino interior femenino de sus antepasados, destapándonos
secretos velados, quizás aún desconocidos en occidente.
*Reseña: Raquel Victoria