Luisa Miñana nos presenta su poemario Ciudades Inteligentes y nos obliga a reflexionar sobre la realidad
que vivimos, sobre el mundo deshumanizado que hemos levantado.
La ciudad como escenario y ese escenario Zaragoza, un
barrio, una azotea, atalaya desde la que se contempla el universo. Luisa Miñana
escribe con mirada introspectiva y palabras que provocan sensaciones. Sus
neuronas son bits, sus pupilas cristal líquido, pero en cada célula de su
corazón hay sangre. Sangre caliente que fluye y se desborda cargada de dolor,
de soledad, de incertidumbre.
La poesía sirve de disparadero para que el lector pueda
recrearla a su manera, incorporando matices personales que le den un sentido
propio. Los poemas de Luisa Miñana dejan un regusto doliente, un poso de tanino
espeso y común a la humanidad. Contagiados por el vacío, la vacuidad y la nada,
caminamos como espectros por ciudades inteligentes que ponen en duda nuestra
inteligencia. La vida es vida virtual, el amor una transacción, el dinero el
dios al que todos servimos.
Ciudades Inteligentes
es un poemario en el que se nos habla de sensores urbanos y con él Luisa Miñana
pulsa el play de nuestra actividad sensorial y nos deja a merced de nuestras
emociones, enfrentados a un espejo de plasma donde se proyecta, una a una, cada
cara del poliedro que nos construye.
*Reseña: María Dubón