La soledad y el abatimiento hace tiempo que
anidan dentro de Daniel. Su rutinaria y desafortunada vida, va inmersa en la
continua amargura que siente al no poder transmitirle su verdadero cariño a su
pequeña hija Sofía, con la que le unían estrechos lazos que las fatales
circunstancias del destino se han encargado de romper.
A medio camino entre Zaragoza y Barcelona,
Daniel intenta recomponer su particular rompecabezas. Con el desesperado amor
que fluye inconsciente y a saltos entre Pili y Lara, intentará volver a
encontrar la felicidad extinguida y ligada también al refugio que le supone su
propia escritura. Aún con todo, el sufrimiento sigue abarcando cada partícula
de Daniel y los crueles acontecimientos que le acompañan le inundan todavía de
más dolor.
La autora nos va desvelando poco a poco los
entresijos de esta historia, haciéndonos reflexionar constantemente sobre la
incomprensión que embarga al protagonista, hasta llevarnos a un caótico
desenlace final.
*Reseña: Raquel Victoria