Reseña del libro: Te veo triste

Nos encontramos con una novela corta, con un título muy apropiado a su contenido, con una historia que recrea con detalle los lugares por donde se desenvuelve la misma  y con una protagonista que refleja en su conducta insatisfacción, indecisión, miedos, tristeza …

Hasta ahora se ha dejado llevar por la vida, no ha tomado las riendas de las situaciones que le acontecen. Sólo con su padre parece querer imponerse ante las exigencias de éste. ¿Puede ser que sea sólo un problema generacional?

Yo he intuido algo más. Luis, su padre, aparece como un personaje lúcido y sensible, también autoritario en ciertos momentos con su hija porque quiere intervenir en la trayectoria de la vida de Marta. Ella se rebela alejándose y creando una distancia física y afectiva, que tarde o temprano le va a pasar  factura…

El autor refleja con habilidad un personaje que no ha desarrollado su afectividad. Presenta una persona solitaria con poca capacidad de amar, la relación con Juan lo demuestra, y un gran sentimiento de culpabilidad. No está conforme consigo misma… no sabe cuál es su camino en la vida…

Es la muerte de su padre y el mensaje que  deja escrito al morir. “Busca a Carmen Cervera y dile que he muerto”,  lo que le hace reaccionar. Se impone a sí misma que no va a quedarse quieta hasta que consiga cumplir ese último deseo. Porque esta muerte ha desencadenado en Marta una crisis que le introduce en sus más íntimos recovecos de la existencia. Esos sentimientos de culpabilidad que afloran le han empujado bruscamente a  enfrentarse a un pasado del que hubiera querido olvidarse pero en estos momentos reconoce que debe hacer un ejercicio  de reconciliación,  difícil de asimilar.

El hecho de que la novela esté ubicada, en parte, en Aragón y especialmente en Zaragoza, a mí me ha resultado muy agradable. Es cómo si te introdujeras con sigilo en  un rincón de la historia formando parte de ella.

La búsqueda que inicia nuestra protagonista es una aventura que crea  intriga en el lector porque no parece fácil llevarla a cabo, sobre todo cuando las dificultades se interponen y  cuando se presenta infructuosa en un momento donde todo parecía resuelto.

La sensación final es quizá triste,  quizá esperanzada… pero yo me he quedado con la incertidumbre de que  Marta sea capaz de traspasar la búsqueda de Carmen hacia esa otra búsqueda interior que necesita para que se produzca un cambio profundo en su vida y logre encontrar esa alegría tan necesaria  en el día a día de nuestra existencia.

*Reseña: Juana Ferrer