25 de noviembre. Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

 

HIBERNAR EN LA ESTACIÓN DEL MIEDO

 

Caminar por los pasillos de puntillas.

Perder la voz, la risa, la elocuencia;

las ganas de pintarte los labios

y desafiar tu mirada frente al espejo.

 

Temes las puertas sin cerrojo y

su aliento en tu nuca;

los silencios que preceden

a la ira desatada;

sus labios finos y apretados

antes de sentir garras en tus muñecas

mientras susurra:

¿Por qué me haces esto?

 

Después,

la humillación, el golpe,

el suelo frío en tu mejilla,

la ropa arrancada,

la desnudez del alma,

el llanto agotado en la sequía…

 

Sueñas con la soledad de tu cama

y tanteas, desde tu ínfima esquina,

para comprobar la tersura

de la sábana al otro lado.

Buscas en un mapa imaginario

el punto más lejano

a sabiendas que, aun ligera de equipaje,

no habrá distancia ni techo seguro.

Entonces,

te haces un ovillo e hibernas.

 

Sueñas con su caída

es los malditos infiernos.

Despiertas.

 

No respiras, no sugieres, no opinas.

No paseas, no saludas, no miras.

 

Y te mueres de frío poco a poco

entre paredes de hielo polar.

 

JULIA NAVAS MORENO. Nacida en Avilés en 1966. Licenciada en Historia del Arte. En 2015 publica su primer libro de poemas Confieso que he perdido el miedo; Ombligos y Universos es su segundo poemario. Es también  autora de las novelas: Esperando a Darian  y ¿Qué hay en una habitación vacía?  

En 2014 fue ganadora en el II Concurso de Relatos contra la Violencia Machista que organiza el Ayuntamiento de Terrassa con la Concejalía de Políticas de Género. También imparte talleres de lectura y creación literaria. 


  

YO SOY LA MUJER

 

Yo soy la mujer

Yo grabé las figuras en la pared de las cavernas

Descueré a las bestias y curtí sus pieles

Yo cocí la carne y la sequé para servirla en las noches frías

del invierno

Cosí con los tendones y agujas de sus huesos el calzado

de los padres de mis hijos

Los guerreros que me forzaron. Los valientes cazadores

Los jefes de los clanes. Los chamanes. Los bufones

Yo soy la mujer

Yo limpié sus mocos y su semen

Yo amamanté a sus bestias huérfanas. Y a las mías

Yo mantuve vivo el fuego

Amasé el barro de sus vasijas y las levanté, y las llené,

y llené sus bocas y sus vientres

Y lo seguí hasta las trincheras para coser su camisa y sus heridas

Para llenar sus balas y secar sus ojos de la muerte

Yo soy la mujer

La esclava invisible

La niña mutilada por el hombredelacuchillasucia

La puta lapidada

La bruja de la hoguera

La loca amordazada

La concubina

 

Yo soy la mujer

Nunca en mí

Nunca mi dueña

Siempre en otras manos mi destino

Mi cuerpo

Mi esperanza

cercenada desde el centro

Yo soy la mujer

Yo caliento la cama de los hombres

Yo madrugo para besar su frente a pesar de su silencio

Y podría comprender su miradausentedegarrasdespiadadas

pero no quiero

No cerraré los ojos por más tiempo

ni ofreceré mi cerviz otro milenio

Viraré mi rumbo al sur de su camino

No voy a restañarlo de más guerras

Dejaré mi carga espesa de dolor y culpa

y que la mar se lleve el pus del tiempo

Yo soy la mujer

Y con mis manos de tierra y miel

amasaré las horas y el pan cada mañana

Y un día cantaré

 

MARÍA GUTIÉRREZ. Poeta, maestra y narradora nacida en El Rosario (Canarias), escribe para jóvenes y adultos. Militante de varios colectivos de las islas y ponente en múltiples congresos y recitales poéticos.