HIBERNAR EN
LA ESTACIÓN DEL MIEDO
Caminar por los pasillos de puntillas.
Perder la voz, la risa, la elocuencia;
las ganas de pintarte los labios
y desafiar tu mirada frente al espejo.
Temes las puertas sin cerrojo y
su aliento en tu nuca;
los silencios que preceden
a la ira desatada;
sus labios finos y apretados
antes de sentir garras en tus muñecas
mientras susurra:
¿Por qué me haces esto?
Después,
la humillación, el golpe,
el suelo frío en tu mejilla,
la ropa arrancada,
la desnudez del alma,
el llanto agotado en la sequía…
Sueñas con la soledad de tu cama
y tanteas, desde tu ínfima esquina,
para comprobar la tersura
de la sábana al otro lado.
Buscas en un mapa imaginario
el punto más lejano
a sabiendas que, aun ligera de equipaje,
no habrá distancia ni techo seguro.
Entonces,
te haces un ovillo e hibernas.
Sueñas con su caída
es los malditos infiernos.
Despiertas.
No respiras, no sugieres, no opinas.
No paseas, no saludas, no miras.
Y te mueres de frío poco a poco
entre paredes de hielo polar.
JULIA NAVAS MORENO. Nacida en Avilés en 1966. Licenciada en Historia del
Arte. En 2015 publica su primer libro de poemas Confieso que he perdido el miedo; Ombligos y Universos es su segundo poemario. Es
también autora de las novelas: Esperando a Darian y ¿Qué hay en una habitación vacía?
En
2014 fue ganadora en el II Concurso de
Relatos contra la Violencia Machista que organiza el Ayuntamiento
de Terrassa con la Concejalía de Políticas de Género. También imparte talleres
de lectura y creación literaria.
YO SOY LA MUJER
Yo soy la mujer
Yo grabé las figuras en la pared de las cavernas
Descueré a las bestias y curtí sus pieles
Yo cocí la carne y la sequé para servirla en las
noches frías
del invierno
Cosí con los tendones y agujas de sus huesos el
calzado
de los padres de mis hijos
Los guerreros que me forzaron. Los valientes cazadores
Los jefes de los clanes. Los chamanes. Los bufones
Yo soy la mujer
Yo limpié sus mocos y su semen
Yo amamanté a sus bestias huérfanas. Y a las mías
Yo mantuve vivo el fuego
Amasé el barro de sus vasijas y las levanté, y las
llené,
y llené sus bocas y sus vientres
Y lo seguí hasta las trincheras para coser su camisa y
sus heridas
Para llenar sus balas y secar sus ojos de la muerte
Yo soy la mujer
La esclava invisible
La niña mutilada por el hombredelacuchillasucia
La puta lapidada
La bruja de la hoguera
La loca amordazada
La concubina
Yo soy la mujer
Nunca en mí
Nunca mi dueña
Siempre en otras manos mi destino
Mi cuerpo
Mi esperanza
cercenada desde el centro
Yo soy la mujer
Yo caliento la cama de los hombres
Yo madrugo para besar su frente a pesar de su silencio
Y podría comprender su miradausentedegarrasdespiadadas
pero no quiero
No cerraré los ojos por más tiempo
ni ofreceré mi cerviz otro milenio
Viraré mi rumbo al sur de su camino
No voy a restañarlo de más guerras
Dejaré mi carga espesa de dolor y culpa
y que la mar se lleve el pus del tiempo
Yo soy la mujer
Y con mis manos de tierra y miel
amasaré las horas y el pan cada mañana
Y un día cantaré
MARÍA
GUTIÉRREZ. Poeta, maestra y narradora
nacida en El Rosario (Canarias), escribe para jóvenes y adultos. Militante de
varios colectivos de las islas y ponente en múltiples congresos y recitales
poéticos.